El resultado son unas tortitas de calabacín, con un sabor muy neutro, así que las puedes hacer dulces o saladas, al gusto del consumidor. A mi me salieron unas 6 tortitas, así que hicimos un par para cenar, saladas con champiñones, queso y crema de pimiento rojo caramelizado. Luego para desayunar nos acabamos las otras dos, con un poco de nocilla ;).
La receta está un poco adaptada, evitando los ingredientes así un poco más raros. ¡Espero que os guste!
Ingredientes:
- 1 calabacín
- 1 taza de harina
- 1/2 sobre de levadura química
- Una pizca de sal
- 2 huevos
- 1 taza de leche
- 2 cucharas de mantequilla derretida
- 1 cucharada de miel
- Ralla el calabacín
- Mezcla la harina, levadura y la sal juntas en un bol.
- Añade a la mezcla las yemas de los dos huevos, la leche mantequilla, miel y calabacín rallado y mezcla hasta que todo sea una mezcla homogénea. Quedará un poco más espeso que cuando estamos haciendo masa para crêpes.
- Monta las claras al punto de nieve y mezclalas con cuidado con el resto de ingredientes.
- Haz las tortitas en una sartén, echando un poquito de aceite y una par de cucharadas por cada tortita. Cuando la tortita empiece a hacer burbujas y los bordes estén secos, puedes darle la vuelta.
- ¡Sirve las tortitas con tu acompañamiento preferido! Mermelada, nocilla, miel, queso fresco y moras,... tu imaginación es el límite.
¡Qué buena pinta!
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